Liderazgo, el ‘as’ para el éxito empresarial
Autor: María Alejandra Díez N.
Equipo comunicaciones
Publicación: 07/10/22
El tradicional método de vigilancia e imposición de ordenes que solía utilizarse anteriormente en las organizaciones, sin duda alguna, es uno que, de ser traído a este momento significaría no solo un desacierto para los objetivos organizacionales sino también todo lo opuesto a lo que buscan hoy en día los empleados, pues ellos son cada vez más empáticos y receptivos al buen trato y el salario emocional para permanecer en una compañía. Para ello, es fundamental que todos aquellos cargos, que suponen un espacio más alto en la estructura organizacional, estén ocupados por líderes y no por jefes.
Un líder a diferencia de un jefe, ya no se posiciona por un modelo de autoridad, sino que es un referente para seguir, quien guía al equipo desde la convicción, ejemplo y coherencia. Además, logra que las personas crean en él gracias a una comunicación clara, respetuosa, honesta y oportuna. Un líder contribuye al trabajo y no se limita a delegar, aportando a un buen ambiente laboral, distribuyendo el trabajo de manera equitativa, atendiendo los conflictos asertivamente, generando ambientes relacionales, celebrando logros y siendo parte de los fracasos.
En las organizaciones, los líderes aportan principalmente a darle un propósito al grupo y permiten e impulsan a quienes los rodea a ser líderes, porque saben que para que una organización sea exitosa necesita estar compuesta por líderes que entiendan que su poder e impacto no radica en su cargo sino en la excelencia con que desarrollan su labor. De esta manera logran mantener motivados a los empleados, lo que reduce los índices de absentismo y de rotación laboral. Esto contribuye a aumentar la productividad y reducir los gastos asociados a la gestión de personal.
En conclusión, el desempeño de nuestros líderes puede marcar la verdadera diferencia desde lo humano, de nuestra compañía en el mercado. ¿Tus líderes, actualmente, están haciendo la diferencia?